martes, 8 de mayo de 2012


Una experiencia  inolvidable!


Ella Aterrizo muy alegre, aunque al momento de sentirse totalmente sola y de afrontar este nuevo reto sintió un vacío el cual no tenia respuesta alguna en este momento. Algo que a ella se le pasaba en la cabeza era  dejar por 8 meses a  amigos, familia y muchas otras cosas en Colombia, pero algo que le daba fuerza y valor a continuar dicho camino eran todas las expectativas e ilusiones que podría encontrar en dicha ciudad. Aproximadamente a las 2 de la mañana  aterrizo en la ciudad de Vancouver, decidió coger un taxi el cual la llevo a la casa de familia donde iba a habitar por todo ese tiempo, la nieve caía y caía y el frio era insoportable, la familia fue muy cordial pero la verdad ella se sentía agotada que lo único que pudo hacer en ese momento fue saludar y dirigirse a su habitación a descansar después de 12 horas de vuelo lo único que quería era dormir y dormir.
Al finalizar los estudios del colegio, ella no  tenía  idea que iba o que quería hacer con su vida frente a sus estudios, así que por sugerencia de sus papas y otras personas importantes  tomo la decisión de viajar a Canadá más específicamente a la ciudad de Vancouver. En el mes de diciembre visito una agencia de viajes en la cual le brindaron toda la ayuda para su viaje dándole datos específicos de costos, destinos y diferentes sitios de interés en Canadá.
Era un 5 de febrero del año  2010; ansiosa en las horas de la mañana se dirige al aeropuerto internacional el Dorado, acompañada por sus familiares y uno que otro amigo, son las 6.30 am cuando indican que hay que abordar hacia la sala de espera momento muy triste, y más aun viendo como la familia se pone nostálgica pero tratan de disimularlo con una sonrisa fingida.
Pasan aproximadamente 45 minutos en la sala de espera se encuentran muchas personas, todas miran a esta niña con cara de angustia  tal vez porque ella reflejaba en su rostro preocupación tristeza y emoción, nadie se imaginaba el motivo de viaje la única que se atrevió a preguntar fue una abuelita como de unos 80 años la cual iba emocionada ya que el motivo de su viaje era a visitar a su hijo que no lo veía hace 20 años.
Todo término por ser una de las mejores experiencias de Laura, una joven que experimento diferentes hechos, tal vez nunca se imagino vivir y todo gracias a sus padres que se encargaron que este viaje fuera una realidad de nunca olvidar y si en un futuro podérsela dar a conocer a sus hijos.

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